Julio 06 de 2024 - UN CORAZON PURO

 

UN CORAZON PURO

Mateo 5:8-11 [RV60]

Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 9 bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Jesús está revelando su don de maestro. Sube a la ladera de la montaña, se sienta rodeado de sus discípulos y una gran multitud y empieza a nombrar una larga lista de virtudes y que a nuestros ojos alguno pareciera algún defecto. Empieza el sermón que es considerado las “bienaventuranzas" en otra traducción se lee los “dichosos"

Entre ellos Jesús nombra: bienaventurados los de corazón puro.

Si Podemos tener un corazón puro. Aunque tengamos presente que el corazón del hombre es engañoso. Pero podemos trabajar en conseguir tener un corazón puro.

Así como se puede vivir sin pecado, también podemos tener un corazón puro,

«Si Dios dijo sean santos porque yo soy Santo»

Dios aquí no está hablando de una metáfora, está revelando que hay algo por encima de la naturaleza pecaminosa y es su Santidad. Nuestro enfoque como hijos de Dios no debe estar en la excusa: (es que la carne es débil, o, bueno venimos de una naturaleza pecaminosa) Si, es verdad todo esto, pero se puede tener un corazón puro. Decimos somos hijos de Abraham y Jesús dijo a los religiosos, “aún de estas piedras puede hacer el Padre hijos de Abraham”. Porque no decimos somos hijos del segundo Adán. Si, Cristo es el segundo Adán, por el cual entro la reconciliación con el Padre.

Ese es el enfoque que debemos mantener como hijos de Dios. Nuestro enfoque es en la victoria que Cristo nos dio sobre la condenación por el pecado, sobre la muerte, sobre el miedo.

Dios puso sus ojos en un hombre que venía de una naturaleza pecaminosa, su cultura era pagana, sus costumbres eran idólatras. Pero Abraham decidió vivir la vida que Dios le planto.

Dios hoy nos llama a que mantengamos nuestro corazón en lo bienaventurados que somos al saber que Él nos mira, nos tiene presente y nos escogió a ti y a mí para mostrarse Él.

Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros. 3 Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te traten con desprecio. Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti».

Génesis 12:2-3 [NTV]

¡Tú y yo portamos esa bendición! Además, hemos sido reconciliados con el Padre por eso nos llamamos hijos de Dios.

Somos bienaventurados en tener un corazón limpio, porque Él nos lavó de toda maldad.

7  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados(B) según las riquezas de su gracia, Efesios 1:7

Compartido por Liliana Atencia