Junio 25 de 2024 - EXTIENDE LAS MANOS


 

EXTIENDE LAS MANOS

Salmos 143:6 Hacia ti extiendo las manos; me haces falta, como el agua a la tierra seca.

¿Alguna vez hemos extrañado al Señor así como quizás ha sucedido con alguna persona cercana? ¿Hemos sentido esa necesidad de hablar con Él y encontrarlo? ¿Hemos sentido ese vacío en el pecho por no tenerlo cerca? ¿Hemos anhelado ese encuentro tan íntimo que sacie nuestra sed?

La relación con el Señor despierta nuestros sentidos y es tan intensa que podemos llegar a extrañarlo con el alma aun sabiendo que está cerca, a la distancia de una oración.

En la medida en que se avanza en el evangelio, nótese que la dependencia de Dios es directamente proporcional. Nosotros somos como niños de brazo extrañando a sus padres, los cuales se sienten seguros y tranquilos solo cuando papá y mamá están cerca: ya sea que se sientan; se huelan, se perciban, se toquen, se escuchen, o se reciba alimento. Se tiene la certeza que están allí presentes.

Si hoy tú vida está siendo dependiente del Señor y puedas sentir esa tierna necesidad de tenerlo cerca en todo momento incluso es las cosas más insignificantes no es más que nuestro ser sabiendo que lo necesita tanto como la tierra seca necesita el agua.

No temamos en depender de Dios para todo, esa es la intención de Él con sus hijos, convertirnos en una iglesia tan dependiente de Él y tan amada que se sienta incómoda cuando papá no está cerca y que lo extrañemos con todo nuestro ser porque hemos aprendido que solo el lugar seguro se encuentra en su presencia y bien cerquita de su regazo.

Las veces que sea necesario extendamos los brazos a papá, su regazo encierra intimidad, amor y paz. Somos como niños de brazos, dependientes de sus padres para todo, de la misma manera nosotros deberíamos ser dependientes del Señor. ¡Bendiciones iglesia!

Compartido por Sthefany Gutiérrez

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