JUnio 11 de 2024 -VOLUNTAD Y DETERMINACIÓN

 

VOLUNTAD Y DETERMINACIÓN

Marco 5:27-28 Cuando oyó hablar de Jesús, se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto. 28 pensaba: «Si logro tocar siquiera su ropa, quedaré sana.»

Analicemos aquellas situaciones que aún siguen presentes en nuestra vida a pesar del tiempo y que es posible nos hayamos acostumbrado a ellas, siendo conscientes que es posible cambiarlas, eliminarlas o transformarlas, pero elegimos vivir con ellas, aunque no estemos cómodos.

Parte de ese cambio por más que Dios lo quiera para nosotros requiere de nuestra voluntad y determinación para accionarlo, salir de la zona de confort y del status quo para lanzarse en fe a aquello que Dios haya establecido: Dios vino a darnos libertad y proveer nuestro espíritu de sus frutos.

La mujer que narra este pasaje, que hacía 12 años padecía de hemorragia, quizás lo había intentado todo para sanarse sin embargo ella sabía que a través de  la osadía de tocar así fuese el manto de Jesús ella quedaría sana, al leer esta porción, destaco en ella esa determinación y decisión que tuvo en medio de la multitud para tocar el manto de Jesús: su objetivo estaba claro e hizo lo que pudo y mucho más para acercarse a Él, llena de confianza y fe, sin darle protagonismo a las barreras presentes y rompiendo toda expectativa del como ella creía debía ser, hizo lo que pudo, aprovechó el momento con la certeza que la sanaría, no dudó en su decisión.

Sea cualquiera nuestra necesidad, es posible nos perdamos la bendición que el Señor la supla porque no salimos entre la multitud a tocar ese manto con toda la determinación: podemos dejarnos llevar por el cansancio de las circunstancias, aceptar algo por falta de fe, acostumbrarnos a una situación que no funciona en nuestra vida, creer que no somos merecedores de su gracia: lo anterior no se refiere a los logros materiales, sino a los frutos de su espíritu que traen como consecuencia la añadidura y plenitud en este caminar con el Señor.

Dejemos a un lado las excusas y las barreras delante del Señor, y con determinación y voluntad busquemos las maneras para acercarnos a Él así sea tocando su manto, seguramente llamaremos su atención, nos mirará con alegría y gozo porque aprovechamos con insistencia llamar su atención en cualquier oportunidad para estar cerquita en su presencia. ¡Hoy es un buen día para atrevernos a tocar su manto!

Compartido por Sthefany Gutiérrez