DETENTE Y EXAMINA
Mateo 5:3 PDT
[3] «Afortunados los que reconocen su necesidad espiritual,
porque el reino de Dios les pertenece.
No sé cuánto te has detenido a reconocer tu necesidad
espiritual, pero es necesario que salgamos de la rutina para darnos cuenta ¿qué
tanto tiempo estamos dedicándole a Dios?
En mi día a día tenía una rutina muy marcada, con mis hijas
en el colegio y mi tiempo de devocional, tomaba un libro y lo leía con ellas en
las noches, y en las mañanas era mi turno de tener un tiempo con Dios,
escuchaba prédicas y demás, pero al salir de vacaciones, enfermedades,
complicaciones... Todo se descontroló y no pasa un día en que no extrañe esos
tiempos de quietud, ahora es casi imposible, pero aún en medio de los llamados
constantes y las preguntas, las quejas, los regaños y demás, trato de sacar el
tiempo para escuchar prédicas, de nutrir mi espíritu, de trabajar ese músculo
de la fe, escuchando o leyendo la palabra de Dios... ¡Lo que más me sorprende
es que cuando suplo mi necesidad espiritual, mis hijas escuchan y hacen
preguntas!
Ahora, si reconocemos nuestra necesidad espiritual, pero no
hacemos nada, ¿entonces como obtendremos el Reino de los cielos? Sería
imposible, el reconocer nuestra necesidad, nos lleva a trabajar para conseguir
suplir esa necesidad y eso afecta no sólo nuestra vida sino la de aquellos que
nos rodean, es traer el cielo a nuestra casa, es ser agentes de paz en un mundo
de locura, es llevar una vida de fe, cuando los demás viven por vista.
Seamos conscientes de nuestra necesidad espiritual, pero con
mayor ahínco, trabajemos por suplir esa necesidad, entonces veremos esta
promesa cumplida y el Reino de los Cielos estarán en nuestros corazones, en los
de nuestra familia y tendremos una casa que sea un oasis en medio del caos.
Ese El Reino de Los Cielos, la constante presencia de Dios
en nuestro hogar, ¡el hambre por conocerlo y amar lo cada día!
Compartido por Alejandra Gómez
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